Me
han dicho que el primer post (he tenido
qué preguntar cómo se llamaba el texto publicado en el argot de Internet: hasta
ahí llega mi desconocimiento de dónde me estoy metiendo) ha de ser un resumen,
un pequeño índice de los temas que vas a tratar… Pues no puedo. Soy dispersa. Y
caótica. No sé de qué hablaré ni el tono… Además, yo no quería escribir un
blog. Pensaba que la razón de esa renuencia se encontraba en mi modestia,
porque no me veía capaz de interesar a nadie. Pues no. Me he estudiado a mí
misma (un segundito o dos. Lo obvio no necesita dedicación. Y soy rubia, por
vocación) y he concluido que es justo al revés: mi vanidad alcanza cotas tan
elevadas que no sé si podrá superar que el resto del mundo no caiga rendido
ante mis letras… Es lo que tiene una vanidad como la mía: es una entidad
propia. Por ello, aunque mi persona anhela ser buena, dócil y beatíficamente
humilde, mi engreimiento me impide desarrollar tan altas virtudes más allá de
una leve caída de ojos (que aprovecho para que se aprecie lo bien maquillados
que los llevo)… Así que aquí me encuentro ahora, tratando de parecer
interesante (por favor, valorad que haya puesto “tratando de parecer
interesante” porque he resistido a mi demonio particular que me impulsaba a
poner “tratando de que vosotros, ¡oh, mortales!, reconozcáis mi valía y me
encumbréis al alto puesto que me corresponde en la jerarquía del Universo”… Sí,
ya lo sé, es un demonio un poco cursi pero las ideas las tiene clarísimas) y
divagando… Y eso no es lo peor, lo catastrófico es que divagaré hasta límites
insospechados. No tendré medida: trabajo, familia, ocio, política, cine,
libros, grapadoras (naturalmente, esto se me ha ocurrido porque tengo una
delante), religiones, mesas de centro, sabores de helado, Samsung o iPhone, patos,
leyes, moda, adicciones, clases de
patatas, salud, niños ajenos (los otros entran dentro de la categoría
“familia”, por más que, a veces, nos fastidie), amores, canallas, amores
canallas, viajes (incluidos los
astrales), frases hechas… Y siempre esperando que me leáis porque no soy tan
necia como para querer que creáis que sólo escribo por el placer de hacerlo. Si
escribiera por placer, me limitaría a
copiar El Quijote (o el Kama Sutra, que sería más coherente). Yo escribo para
que os riáis, o lloréis, u os indignéis, para remover sensaciones. Mi deseo es
alcanzar, con cada post (no me gusta la palabrita, que conste), una reacción en
vosotros y perfeccionar esa facultad hasta convertirla en un superpoder… De ahí
a dominar el Mundo, es un pasito…
Te sigo ya Cristina! ... todo sea por saber qué vas a contar sobre los patos! :)
ResponderEliminar¡¡¡Ay, Lourdes!!!... Lo de los patos voy a tener que encriptarlo. No sé si el ciudadano medio está preparado... ¿Tú y yo no nos debemos un café?... Estamos tardando... ¡¡¡Y mil gracias!!!.
EliminarAdelante tocaya!! Vanidosa o no, estoy segura que nos va a encantar compartir contigo todo lo que escribas en este blogg. Aunque sé que te han "empujado" a abrirlo, va a resultar cuando menos, interesante y muy divertido seguir tus historias contadas con ese humor que te caracteriza y que tanto nos gusta. Un beso.
ResponderEliminar¡¡¡Cris, tú me miras con buenos ojos pero yo estoy encantada de contar contigo!!!... Muchísimas gracias...
EliminarCuenta con otro
ResponderEliminarA partir de ahora a pasarlo bien. Mi enhorabuena por decidirte
¡¡¡Paco, ya veremos si no tendrás que aguantar mis lloriqueos cuando me descalabre!!!...
EliminarPUES NADA,RUBIA,A TIRAR PARA A ADELANTE Y ESCRIBAS MUCHOS POST DE ESTOS,QUE AMI ME APETECE REIRME,O LLORAR SI ALGUNA VEZ HACE FALTA LEYENDO LO QUE ESCRIBAS UN BESO Y ENHORABUENA
ResponderEliminar¡¡¡Roque, qué alegría!!!... ¡¡¡Mil gracias y espero no aburrirte!!!.
EliminarYo no sé porque no nombras a los loros, con lo que me gustan
ResponderEliminarJosé Miguel, ¿cuenta si uno de los patos tiene un transtorno de personalidad y se cree el loro de John-John Silver, el Largo (es un pato enfermo pero no es tonto: se busca un loro famoso)?...
EliminarYa estoy aquí, siguiéndote, uno mas de tus incondicionales lectores. (Yo vote para que dieras el paso definitivo para crear el blog) y lo del KAMA SUTRA me ha gustado, aunque Vatsiaiana le da un enfoque totalmente diferente a tu interpretación.
ResponderEliminarYa estoy esperando la segunda entrega.......
Y que conste que tu interés en lo que crearas ha sido uno de los empujes definitivos... ¡¡¡Mil gracias, Vicente!!!... Ahora, confiemos en que no tengas que comprarte tapones para los oidos como único remedio para dejar de escuchar mi quejas tras un estrepitoso fracaso...
EliminarTe leeré y te veneraré, Rubia!
ResponderEliminarMe encantaaaaaaaaaa!!!!!!
ResponderEliminarHola Cris, bienvenida a este mundo. Tranquila esto al final es una forma de desahogarte. Yo tambien he sido muy disperso en el mio, con sólo ver el titulo...
ResponderEliminarMe gustaria que hicieras una exegesis de tu pelo. Si es asi de rubio, como ha ido evolucionando con el tiempo, si lo secas al viento, si la toalla que lo envuelve debe ser de algún color o material especial, si es acariciado con tiernos peines de nacar o simplemente cardado manualmente frente al espejo. Pienso que es un lugar donde reside gran parte de tu poder y por que no gran parte de tu vanidad por lo no debe ser privado de conocimiento a tus lectores.
ResponderEliminarCristina, estoy aquí, me gusta mucho leerte. Las temáticas enumeradas en tu post, me encantan y estoy segura que los seguidores de tu blog vamos a pasar ratos agradables y divertidos leyéndote. Un abrazo
ResponderEliminar