Tal y como amenacé, cada jueves haré
una recopilación de algunas anécdotas ya publicadas en mi página personal de
Facebook. Para darles sentido, os indico que éstas concretamente son de hace
dos años, por lo que Hugo tenía 14 y Ariel 11/12 (no es que el pequeño sea
ambivalente temporalmente hablando, es que los cumple a finales de año y la
mayoría son de principios del 2012).
Las he catalogado bajo la etiqueta “Segunda Edición” para distinguirlas de mis post de opinión. Empezamos...
Vacilando a una madre
Una noche, para evitarme viajes,
lleno una bandeja enorme con la cena de mis hijos. Entro precariamente en el
salón y deposito mi carga, con todo cariño, en la mesa. Exclamo, encantada (y
sorprendida) conmigo misma: "¡¡¡No se me ha caído nada!!!"... Mi
encantador Ariel, con aires de suficiencia, me indica solícito:
"¡¡¡Felicidades, mamá!!!... ¡¡¡Esto es lo más cerca que ha estado jamás tu
comida de llamarse "dieta equilibrada"!!!..."... ¿Lo mato?... La
mayoría manda, ¿eh?...
Entra Ariel en el salón donde yo
estaba y me quedo mirándolo porque llevaba una combinación de ropa
estrambótica... "¡¡¡Pues a mí me gusta!!!", me dice, sin que hubiese
mediado palabra por mi parte. "¿Qué pasa, Ari?. ¿Ahora lees la
mente?", le pregunto sorprendida. Y, con gran seriedad, me contesta:
"No es mi poder. Es el tuyo. Estas pensando con los ojos"…
No había forma de que Ariel comenzara
el día, así que le digo: "Ari, te quiero mucho y me haces muy feliz pero
te querría más y sería mucho más feliz si te levantaras"... Sin abrir los
ojos me contesta: "Vamos a hacer una cosa: yo me doy por satisfecho con el
cariño que estoy recibiendo hasta el momento y tú te conformas con el grado de
felicidad que has alcanzado... y, así, sigo durmiendo"...
Hablando por teléfono con Hugo, me
pide permiso para hacer una cosa con la que no estoy de acuerdo. Trata
insistentemente de convencerme con argumentos bastante trabajados pero que
adolecen de cierto aire a ficción. Le digo, para hacerle ver que no me creo una
palabra: "Hugo, cariño, déjalo ya. No soy tonta..."... Me contesta
con resignación: "Lo sé. Mi vida sería mucho más fácil si lo
fueras"....
Está jugando Ariel al "Quién es
quién" en el móvil y me dice: "Mamá, yo creo que, en el Modo Experto
de este juego, son todo chinos"... Hugo interviene y comenta: "Me
caen bien los chinos. Cuando estuve en Barcelona, vimos una manada de
chinos...". Aquí interrumpo yo, en plan progenitor responsable, y les
informo: "¡¡¡Los chinos no van en manadas!!!"... Se me quedan
mirando, seriamente, los dos, cavilando el significado de mis sabias palabras
y, sonriendo con aire de superioridad, Ariel sentencia: "¡¡¡Pues claro que
no van en manada!!!... La palabra adecuada para llamar a un grupo de chinos es
'lebaño'..."... ¿¿Me vacilan o no me vacilan??...
Conversaciones de hermanos
Ariel intenta dormir. Hugo tiene
ganas de charla y no le deja. Harto ya, le dice Ariel: "Hugo, como no te
calles, te voy a hacer vudú..."... Hugo se ríe de su hermano y le
contesta: "¡¡¡Que susto me da!!!... ¡¡¡Eso no funciona!!!"... A lo
que Ari responde, muy sereno: "Ya, pero yo te voy a pinchar a ti y a ver
si lo nota el muñeco..."... Y yo incapaz de poner orden de la risa tonta
que me entró...
Hugo se va a la calle y pregunta si
nos sube algo. Ariel contesta en voz alta desde su habitación: "¡¡¡Sí,
tráeme algo de crack!!!"... Hugo replica tranquilamente: "¿Pero tú no
habías dejado de fumar?"... Ariel responde: "No, de fumar, no. He
dejado de traficar..."... Hugo se va hacia la puerta, mascullando:
"¡¡¡Una lástima!!!... Me habría ahorrado el esfuerzo"... Creo que mis
vecinos están a punto de llamar a Servicios Sociales... Prometo que yo los
intento educar, pero no se dejan...
Una reflexión.
Recojo a Ariel de un cumpleaños en
un campo cercano a Guardamar. Por el camino, va viendo los locales de alterne
hasta que me pregunta: "Mamá, ¿eso son casas de putas?". (Nota para
los sensibles: no soy partidaria del uso habitual de las palabrotas pero tampoco puedo poner el grito en el Cielo
por llamar por su nombre a las cosas). Así que le contesto: "Pues sí,
cariño."... Se queda callado un momento y me dice: "¿Y la Poli no se
da cuenta?... ¡¡¡Pero si me he dado cuenta yo y no sé mucho del
tema!!!"... Le explico que no cometen delito quienes ejercen la
prostitución, sino que los delitos en ese mundo vienen por cuestiones
relacionadas, como el proxenetismo... Me sigue bombardeando a preguntas:
"¿Es verdad que hay chicas que se pagan la Universidad cobrando por
acostarse con desconocidos, vamos, siendo putas?"... Le respondo que sí,
que alguna habrá... Se queda en silencio un minuto y, de repente, exclama:
"¡¡¡Eso son ganas de estudiar, ¿eh?!!!"...
Puede que creáis que intento divertiros pero, en realidad, busco comprensión para cuando me detengan por ponerlos a la venta…
Puede que creáis que intento divertiros pero, en realidad, busco comprensión para cuando me detengan por ponerlos a la venta…
P.D. Tomadlo como lo es (una
caricatura de la vida) y espero que nadie se sienta ofendido (ni los chinos, ni
las mujeres de vida alegre, ni los traficantes…).
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